El presidente ruso, Vladímir Putin, se mostró hoy agradecido al papa Francisco por prestar una reliquia de San Nicolás a la Iglesia Ortodoxa Rusa para que pueda ser venerada por decenas de miles de creyentes.

"Estamos muy agradecidos al papa romano y santo padre por esa decisión que fue adoptada a petición del patriarca" ruso Kiril, dijo Putin al reunirse con el jefe de la Iglesia Ortodoxa Copta, Tawadros II.

Putin explicó que dicho acuerdo fue alcanzado durante la histórica reunión que el pontífice romano y el patriarca ortodoxo ruso mantuvieron en La Habana en febrero de 2016, el primer intento de romper más de mil años de cisma.

"Este ha sido un gran acontecimiento para los creyentes ortodoxos", destacó.

El jefe del Kremlin destacó que Rusia concede una gran importancia al desarrollo de las relaciones entre las diferentes iglesias.

"La Iglesia juega un gran papel en el acercamiento entre los pueblos", señaló.

Seguidamente, Putin, un creyente confeso, se desplazó a la Catedral de Cristo Salvador para inclinarse ante la reliquia de San Nicolás, el patrono de Rusia, según informó el Kremlin.

Desde su llegada a Rusia decenas de miles de devotos han acudido al principal templo ortodoxo del país para venerar los restos del santo.

Se trata de una costilla izquierda del obispo que vivió en el siglo IV y al que se atribuyen numerosos milagros, y que llegó el domingo en un vuelo especial acompañada por el jefe de Exteriores del Patriarcado de Moscú, metropolitano Hilarión, y el arzobispo de Bari, monseñor Francesco Cacucci.

Es la primera vez en 930 años que una parte de las reliquias de San Nicolás salen de esa ciudad italiana con destino a un país extranjero.

Kiril ya agradeció el lunes al Vaticano que prestara a Rusia la reliquia, que permanecerá en Moscú hasta el 12 de julio, cuando será trasladada a San Petersburgo, antes de regresar a Bari dos semanas después.

La llegada de reliquias supuestamente milagrosas a Rusia ha congregado en los últimos años a millones de devotos, como ocurrió en 2013 con la cruz donde fue clavado el apóstol San Andrés.

EFE